A mi me ha tocado vivir de cerca este mal,en pleno salón de mi familia, y he desarrollado mi propio estudio sobre el tema para ayudar a otras personas que esten padeciendo aunque tambien para desahogarme.
La televisión es como el vino: una copita de tinto para acompañar las comidas es saludable y muy buena para la circulación pero si estas siempre entonces eres un alcohólico y te conviertes en un zombie incapaz de pensar por si mismo (bien puesto está. El titulo de esa serie "The walking dead").
Lo mismo pasa con la tele: si un día ponen un partido que te interesa,una película que quieres ver,una retransmisión de algún evento importante (el debate sobre el estado de la nación,el festival de Eurovisión,la procesión de semana santa,los ancianos y enfermos que no pueden ir a misa y lo ven por televisión) es un gran invento pero si vas a ser un yonki de las series,de los inacabables debates de política,de los horribles reality shows, te tragas una tras otra película,o te pasas las noches viendo pornografía...entonces eres un drogadicto.
Como muchas otras cosas en nuestra sociedad tanta televisión es muy mala lo que pasa es que no se dice porque hay muchos intereses creados.
Dramático es lo que pasa con los ancianos de aquella generación, los que ahora tienen ochenta y cuatro años,que vivieron el "boom" de la televisión, la maravilla de poder recibir imágenes a distancia, y plantaron el aparato en el lugar central de la casa: constituyéndose en la autentica reina del hogar.
Toda la vida familiar se hacía alrededor de la televisión y tomaban por real todo aquello que les decían: un autentico lavado de cerebro.
Algo parecido a los cautivos en la caverna del mito de Platon (no en vano en el argot se habla de "audiencia cautiva") que miran las sombras que se proyectan en la pared de la cueva y piensan que eso es el mundo real (esa es la esencia del llamado "reality show"). Pronto, resulta que no hay en la familia una conversación...nada más que de todas las cosas que salen por la televisión. Es como el hogar de ancianos donde está el abuelo de "Los Simpson" con un cartel que dice "Gracias,por no hablarnos del mundo exterior".
No existe ninguna ley universal ni humana que diga que no se puede pasar un día sin encender la televisión: de hecho sería muy deseable que hubiera un buen numero de días completos que ni siquiera la enciendas sino solamente cuando quieras ver algo en especial.
No todo en la vida es nada más que ver la televisión.
La televisión es como el vino: una copita de tinto para acompañar las comidas es saludable y muy buena para la circulación pero si estas siempre entonces eres un alcohólico y te conviertes en un zombie incapaz de pensar por si mismo (bien puesto está. El titulo de esa serie "The walking dead").
Lo mismo pasa con la tele: si un día ponen un partido que te interesa,una película que quieres ver,una retransmisión de algún evento importante (el debate sobre el estado de la nación,el festival de Eurovisión,la procesión de semana santa,los ancianos y enfermos que no pueden ir a misa y lo ven por televisión) es un gran invento pero si vas a ser un yonki de las series,de los inacabables debates de política,de los horribles reality shows, te tragas una tras otra película,o te pasas las noches viendo pornografía...entonces eres un drogadicto.
Como muchas otras cosas en nuestra sociedad tanta televisión es muy mala lo que pasa es que no se dice porque hay muchos intereses creados.
Dramático es lo que pasa con los ancianos de aquella generación, los que ahora tienen ochenta y cuatro años,que vivieron el "boom" de la televisión, la maravilla de poder recibir imágenes a distancia, y plantaron el aparato en el lugar central de la casa: constituyéndose en la autentica reina del hogar.
Toda la vida familiar se hacía alrededor de la televisión y tomaban por real todo aquello que les decían: un autentico lavado de cerebro.
Algo parecido a los cautivos en la caverna del mito de Platon (no en vano en el argot se habla de "audiencia cautiva") que miran las sombras que se proyectan en la pared de la cueva y piensan que eso es el mundo real (esa es la esencia del llamado "reality show"). Pronto, resulta que no hay en la familia una conversación...nada más que de todas las cosas que salen por la televisión. Es como el hogar de ancianos donde está el abuelo de "Los Simpson" con un cartel que dice "Gracias,por no hablarnos del mundo exterior".
No existe ninguna ley universal ni humana que diga que no se puede pasar un día sin encender la televisión: de hecho sería muy deseable que hubiera un buen numero de días completos que ni siquiera la enciendas sino solamente cuando quieras ver algo en especial.
No todo en la vida es nada más que ver la televisión.