Y acudieron, como en la ocasión anterior, las cuatro damas que son honra y luz del estandarte de Superdavitm:
- Doña Ma Vaz, de pluma acerada y juicio riguroso.
- Doña Victoria Arriba, de mirada clara y palabra veraz.
- Doña Vanessa, portavoz y mediadora de la corte narrativa.
- Doña Clara Díaz, diligente secretaria y guardiana de la memoria del reino.
Todas iban ricamente ataviadas con vestiduras de gala, y sobre sus pechos lucían las insignes chapas del caballero Superdavitm, señal de lealtad y pertenencia.
Entraron primero en el photocall alfombrado de azul, cual si fuese palenque dispuesto para justa real. Allí posaron juntas, mostrando unión y determinación. Después, fueron conducidas al gran salón de proyecciones, donde contemplaron la historia renovada de los cuatro héroes. Reed, Sue, Johnny y Ben aparecieron no como fábulas distantes, sino como hombres y mujer de carne, espíritu y flaqueza, con dudas, temores y pasiones que les tornaban más cercanos a los mortales.
Finalizada la proyección, las damas se allegaron al cóctel de la corte metaversal. Y allí, entre luces de neón y música de laúd digital, discurrieron sobre lo visto: Doña Ma Vaz habló de cómo los arquetipos precisan modernizarse; Doña Victoria ponderó la fuerza de la representación; Doña Clara destacó el hondón emocional que late en los personajes; y Doña Vanessa sentenció que lo que en verdad nos une es el acto de compartir historias, pues ninguna gesta existe si no es narrada.
Así quedó registrado este segundo encuentro, digno de añadirse a las crónicas del multiverso. Pues con Jurassic World Rebirth y Los 4 Fantásticos, el linaje de Superdavitm confirma que la asistencia metaversal no es artificio vano, sino senda caballeresca hacia un nuevo modo de vivir el arte y la memoria.